Excreciones

Por la boca el vómito. Por los poros el orín salado que nace de la angustia. Por el ano la mierda y los malvados. Jamás la sangre por la herida. Yo siempre que sangro lo hago por los ojos, es una mala costumbre que tengo. Me ocurre cuando miro de frente a la vida; es entonces cuando me asaltan las dudas: seguir o parar en seco.