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miércoles, diciembre 19, 2018
domingo, febrero 18, 2018
A Fermín López Costero
En Tam Tam Press, mi abrazo a Fermín López Costero.
https://tamtampress.es/2018/02/18/a-fermin-lopez-costero/
Por JOSÉ GARCÍA ALONSO
NOTAS:
https://tamtampress.es/2018/02/18/a-fermin-lopez-costero/
Este texto del escritor y poeta José García Alonso (Pombriego, León, 1962) quiere ser “un pequeño homenaje al escritor y amigo Fermín López Costero, que falleció en Ponferrada el jueves pasado, 15 de febrero de 2018,
a una edad en la que debería seguir entre nosotros, 55 años. Y un
homenaje a sus cuentos, en los que muchos de sus personajes navegaban
con naturalidad, y cargados de ironía, a uno y otro lado de la vida y de
la muerte. Fermín fue autor de varios libros de relatos cortos –La soledad del farero y Teatro de sombras son
dos buenos ejemplos de su manejo de este género–, varios de poesía y
muchos artículos y ensayos divulgativos de la cultura y el patrimonio
del Bierzo. Además fue buen amigo y buena persona”.
A Fermín López Costero
Por JOSÉ GARCÍA ALONSO
Para Isabel
Entre poemas, “Cuando me preguntan, digo que somos ángeles vagabundos” [1], hemos enterrado a Fermín.
El cielo no sabía muy bien qué hacer. Se abrían claros y, a la vez,
había nubes grises que prometían agua y otras blancas que parecían
querer componer la primera tarde primaveral del año. Como en sus
cuentos, el cielo y la tarde han jugado con nosotros, nos han confundido
hasta no saber si era invierno o acaso primavera, o acaso una tarde de
otoño que ha perseguido con su tristeza a nuestro amigo hasta aquí.
Quizá Fermín, que sabía de La fatalidad [2],
esperó paciente hasta encontrar en esa tarde de límites difusos la
metáfora que le permitiese mostrarnos, una vez más, lo borrosas e
imprecisas que son las fronteras que separan la vida de la muerte.
Volví a casa tras su entierro y, al entrar, acudí a su Teatro de sombras [3].
Lo abrí al azar y me topé con “La tristeza de las acacias”, un pequeño
relato de niños difuntos que observan la vida mientras juegan en el
patio del colegio. Después apareció “Venganza”, la historia de un
fantasma que se desquita del orden que otros pusieron en su existencia
anterior cambiando los objetos de su casa de sitio, para perplejidad de
lo vivos. Y seguí leyendo hasta que me vi obligado a cerrar el libro,
cercado, como estaba, por una tristeza creciente. Los personajes
inquietantes de esos cuentos, envueltos en el embozo de alivio con el
que la ironía inteligente y fina de Fermín los
abrazaba, se convirtieron esa tarde en los protagonistas desazonados de
un diario que parecía haber sido escrito con antelación, en fechas que
no correspondían, en un tiempo trastocado, injusto. Personajes que antes
me provocaban una inocente turbación, personajes que antes había leído
–y sonreído, y hasta reído a veces–, eran, a esa hora, los protagonistas
desolados de mi tarde. Todo eso pensaba cuando, en la soledad de la
casa, alguien, desde el televisor apagado, dijo con voz socarrona: “Pero
hombre, no te pongas así, si solo es literatura, y en la literatura, ya
se sabe, se es y no se es al mismo tiempo, hoy me ves ahí y quizá
mañana no, pero no es para ponerse así, hombre”.
Recordé entonces una cita de James Rhodes, que aparece en el último y recomendable libro de Yolanda Izard, Zambullidas [4],
que dice “Todos somos seres atormentados. No conozco a nadie que no lo
sea”. “Lo ves –volvió entonces a decir la voz, que se adornaba de un
suave carraspeo que me resultaba conocido–, en el fondo nadie sabe
distinguir con plena certeza lo que es real de lo que es imaginario. En
ese Teatro de sombras navega tu tarde ahora”. Yo, entre impresionado y temeroso, miré a
mi alrededor. No había nadie en la casa. Recorrí estancia por estancia.
Las ventanas estaban cerradas, la voz no podía venir de la calle. Los
portátiles, plegados como libros metálicos, descansaban desenchufados
sobre la mesa del estudio, el mando del televisor hacía días que no
aparecía y en la pantalla negra de la tele ni siquiera la luz roja de
espera estaba encendida. Azarado, volví a sentarme. Y volvió la voz,
ahora para contarme “Una historia de amor”: “La vi desde el coche
patrulla, nada más comenzar a dar vueltas…” Cuando terminó, sonreí,
¡quién no lo haría ante semejante historia! Hubo después un silencio,
pocos minutos, ocupado por recuerdos, y cuando, espantados los recelos
iniciales, me decidí a pedirle a la voz de la televisión apagada que me
contara ese en el que…, antes de que yo dijera nada la voz me reconvino:
“Pero, hombre, ¿no te parece que merezco unos días de descanso?, anda,
ya volveremos a hablar, que por estas cosas de la vida se han quedado
muchas historias en el tintero”.
Ponferrada, 18 de febrero de 2018
NOTAS:
[1] LÓPEZ COSTERO, Fermín, “Respuesta”, Memorial de las piedras, Ayuntamiento de Talavera de la Reina, Toledo, 2009.
[2] LÓPEZ COSTERO, Fermín, La fatalidad, Editorial Nazarí, Granada, 2014.
[3]LÓPEZ COSTERO, Fermín, Teatro de sombras, Editorial Nazarí, Granada, 2016.
[4] IZARD, Yolanda, Zambullidas, Ediciones Espuela de Plata, Sevilla, 2017.
viernes, diciembre 22, 2017
jueves, octubre 12, 2017
La fragua literaria leonesa, por Manuel Cuenya
(ileon)
José García Alonso: "Me gusta el trato con las palabras, es una relación tensa, que va de la angustia a la satisfacción y viceversa"
Manuel Cuenya
| 10/10/2017 - 13:22h.
El
poeta y prosista José García Alonso, autor de 'Formas de seguir
abrazando', continúa trabajando en sus poemas e intentando rematar un
libro de cuentos.
miércoles, octubre 04, 2017
Cosas que nunca te dije (A Isabel Coixet)
A Isabel Coixet
La mañana despunta y comienza a desaparecer la noche, pero no la tristeza
de la noche. He
dormido mal. Ya son dos días seguidos, cosa rara en mí. Desayuno desganado y me
asomo a la ventana con la taza de café en la mano. Una mujer pasea a su
perro. Como si intuyera que alguien la está mirando, vuelve su cabeza, quiero imaginar
que buscando unos ojos, quizá buscándome, aunque es difícil que me vea,
parapetado como estoy en el interior de mi casa. Lleva unas gafas grandes, de
color morado. Podría ser Isabel Coixet, pienso: su perro tirando de ella, su
bolsa llena de plásticos, sus gafas particulares. Pero esto no es Barcelona y
ella, claro, no es Isabel Coixet, es fácil caer en esa cuenta. Aún así, qué
importa, me digo, ¿no dice un verso de Álvaro Valverde que “Una ciudad es todas las
ciudades”? Voy a creerlo. Voy a pensar que mi pequeña ciudad es Barcelona y que
la mujer, a la que su perro arrastra, es Isabel Coixet, y la voy a invitar a
casa, que suba, que hay café caliente. Pero, ¿qué decirle?, yo, que soy tan
tímido, a ella, tan dicharachera. Quizá podría arrancar así: Pasa, Isabel,
¿café?, y algún bla, bla, bla, antes de ir al grano. Isabel, voy a decirte Cosas que nunca te dije. No vamos a
hablar de tus películas, no, en ellas hay muchas cosas que me interesan, pero
hoy, si me permites, quisiera hacer uso de los títulos de tus películas para hablar
de este desgarro que estamos viviendo. Por cierto, ¿se pueden elegir mejores
títulos? No, rotundamente, no. Es evidente que conoces La vida secreta de las palabras, y eso se nota. Sabes que las
palabras pueden llevar una vida, o dos o tres o cuatro o más, pueden ser como
un Mapa de los sonidos de Tokio,
parecer una cosa de día y ser otra de noche. Las palabras, tú lo sabes,
permiten juegos hermosos o pueden servir, entre otras cosas, para el insulto y la mentira. Insultos
como los que tú, lamentablemente, has sufrido, sonidos de odio que llegan a esa
silenciosa “Tierra de nadie” desde donde, en tus propias palabras, “el aire
solo mueve banderas blancas que susurran al viento "socorro" con la
vana esperanza de que alguien, en algún lugar, alguna vez, antes de que sea
demasiado tarde, las escuche”. Pero no sé si alguien las escuchará, me gustaría
decirte que sí pero no lo sé, porque, ante tanta desesperanza, ¿qué importa que
yo, o alguien como yo, las escuche? Dicen que Nadie quiere la noche que se nos viene encima pero yo veo que Ayer no termina nunca, que hay mucha
gente apostando porque no termine nunca. Mira
y verás, me digo, y veo tristeza, miedo, el precipicio. ¿Por qué será tan quebradiza nuestra
memoria?, los desastres del siglo XX a la vuelta de la esquina y ya los hemos
olvidado. Por eso necesitamos más gente como tú, digna, honesta, que ponga un
buen título a nuestras vidas para que tengamos presente que cualquiera es Demasiado viejo para morir joven. Después
vendrán los lamentos. Anda, venga, apura el café y acompáñame al trabajo, que
qué sería de Mi vida sin ti (mí) en
esta “Tierra de nadie”.
José García Alonso, Ponferrada, 4 de octubre de 2017.
lunes, abril 03, 2017
jueves, marzo 30, 2017
En Tam Tam Press, Formas de seguir abrazando
https://tamtampress.es/2017/03/30/jose-garcia-alonso-presenta-formas-de-seguir-abrazando-en-la-fundacion-montes/
José García Alonso presenta “Formas de seguir abrazando” en la Fundación Montes
El poeta leonés José García Alonso presenta en Valladolid este viernes 31 de marzo, a las 20:00 horas, “Formas de seguir abrazando”, un libro que habla de memoria, dolor y refugiados. Será en la Fundación Segundo y Santiago Montes (C/Núñez de Arce, 9), y el autor estará acompañado en el acto por el escritor Tomás Sánchez Santiago. Entrada libre.
El libro
recoge poemas y textos escritos en diferentes épocas, aunque los textos
en prosa “tienen también una carga poética importante”, según manifiesta
el propio poeta. Memoria, dolor y pérdida, así como la dificultad que
entraña crear son algunos de los rasgos que puede encontrar el lector al
repasar su contenido.
La mayor
parte de los poemas de “Deudas”, una de las cuatro partes en que se
divide el libro, “los escribí en un período en el que, además de sufrir
la pérdida de personas muy queridas para mí, la enfermedad apareció de
forma, casi diría brutal, en mi entorno familiar”, recuerda García Alonso.
“Frente a esas circunstancias, impresiona ver la dignidad con la que,
sobre todo nuestros mayores, viven el dolor, la muerte incluso. Son
lecciones difíciles de olvidar”, señala.
A lo largo de las 88 páginas, Formas de seguir abrazando dedica un apartado especial a
la memoria de su familia, como hijo de la emigración de los años
sesenta. “Dejé mi pueblo, Pombriego, en la comarca de La Cabrera (León),
cuando apenas tenía cinco años, de la mano y la voluntad inquebrantable
de mi madre que buscaba una vida mejor para sus seis hijos”, explica.
Pero, paradójicamente, “nunca abandonamos el pueblo, aunque estuviéramos
a casi trescientos kilómetros de él, porque las reuniones familiares
siempre acababan convertidas en un filandón. Así, si de algún imaginario
bebo, es de ese, del de ellos”, confiesa.
Fruto de ese largo viaje, José García Alonso se muestra sensibilizado con la difícil situación de los refugiados, rechazados
por la llamada Europa de los ciudadanos. A los emigrantes “creo que
debemos abrazarlos”, reconoce el escritor. Y es que “hemos sido
nosotros –como responsables últimos de gran parte de las guerras, la
violencia y la pobreza que sufren–, los que les hemos expulsado de sus
tierras a la vez que les cerramos nuestras puertas. No es justo”,
reprende a quien quiera oírle el poeta leonés para recordar lo evidente.
“¿Adónde van a ir?”, se pregunta. Ellos “solo reclaman una vida digna, y
tienen derecho a ella. Debemos abrazarlos, y si algo debemos perder en
ese abrazo debemos estar dispuestos a perderlo porque no tenemos más
derechos que ellos”.
Para hacer pedagogía con el título, el autor de Formas de seguir abrazando
entiende que abrazarse es una necesidad. “Un abrazo sincero deja
siempre un rastro de ternura y, por más que pueda parecer un sentimiento
caduco, manoseado, estamos muy necesitados de ternura”. Y en esa línea
de aunar memoria y abrazo recuerda un verso del también poeta Ángel Campos que dice “”Alguien debería tocarte para sentirte vivo”, concluye.
José García Alonso (Pombriego, León, 1962), reside en Ponferrada y hasta ahora ha publicado el libro Formas de seguir abrazando (Alcancía, 2016). Con anterioridad, algunos de sus textos han visto la luz en libros colectivos y en revistas como Cuadernos del Matemático.
Ha recibido, entre otros, los premios de poesía “Flor de la Jara”, en
Jerez de los Caballeros, y “Fernando de Castro”, en Sahagún.
domingo, marzo 26, 2017
viernes, septiembre 30, 2016
viernes, septiembre 23, 2016
martes, septiembre 13, 2016
Formas de seguir abrazando en Tam-Tam Press
José Manuel de la Huerga
arranca con una nueva sección en TAM-TAM PRESS, "Diálogos en la Raya".
En la primera entrega habla de su lectura de "Formas de seguir
abrazando" y charlamos, porque me ha invitado a conversar sobre mi
libro, sobre eso, sobre lecturas y sobre algunas cosas más. Al final de
la sección ha incluido un texto inédito que le remití, "Homenaje a Izet
Sarajlić", y una foto, también inédita, que lleva por título "Diario de
la memoria". Gracias a todo TAM-TAM PRESS, muy especiales a Eloísa Otero, por ese impagable trabajo que hacen peleando por la cultura en estos tiempos difíciles.
jueves, mayo 05, 2016
Presentación de Formas de seguir abrazando
Este
sábado, día 7 de mayo, a las 13:00 horas, en la carpa de la Feria del Libro de
Plasencia, en la plaza Mayor, presentamos "Formas de seguir abrazando”
(Alcancía), mi primer libro. Estarán allí, acompañándome, María Jesús
Manzanares y Juan Ramón Santos.
Si os apetece, nos vemos el sábado, estáis todos invitados.
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