lunes, octubre 23, 2006

Truena y es un golpe

Tenso es el dolor que maquilla las mejillas, los labios rotos, los ojos cansados de invierno, la piel ataviada de miedo.

Blanda, cuarteada, seca en su trayecto de aire, coágulo: así la sangre despedida se expone, gota a gota, sobre el terrazo helado de la casa. No volverá a aspirarla el corazón para quererla: es sangre turbada que huye.

Y los brazos, plagados de islotes negros, emergentes, morados. ¿Qué es tacto?, ¿qué caricia?, ¿qué golpe?, ¿alguna vez la herida fue sólo arañazo? Tantas cosas he olvidado entre los dientes; la saliva que alivia, por ejemplo.

¿Existe también el regazo?, ¿es hosco su aceite?, ¿hay dedos sin litigios?

Me viene a la cabeza el tronar húmedo y violento de la dehesa, su fruto inmenso de árboles y pasto bajo la negra tormenta. Suele ser de noche. Truena y es un golpe.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cópula de alma y tierra. Ese parece el origen de estos versos. Podían haberlos firmado Valente o Gamoneda. No se muy bien porqué pero los somatizo al leelos... Voy a tener que dejar de hacerlo