A los que fueron mis compañeros y compañeras del Taller. Os he recordado mucho estos días.
Abril, 2002.
VANKA CHUKOV DIRIGE UNA CARTA A DIOS
"..., la princesa prefería ser cautiva antes que esclava, porque
siempre son más misericordiosos los enemigos que los amos.”
Gonzalo Hidalgo Bayal, La princesa y la muerte.
El tiempo era soberbio
y la arrogante Vía Láctea
negra,
porque sólo es modernista el paisaje
que habita en la infancia de un príncipe.
Un antepasado se frota las manos:
busca nieve azul
entre mujeres ahorcadas.
Y un niño príncipe dirige una carta a Dios,
soberbio niño muerto
que no respira.
Verdaderamente
el tiempo es soberbio.
El mundo está muerto.
Los príncipes
se paren asfixiados.
También el tiempo se frota las manos
y aprende a ser Serpiente:
el tiempo, cuando es taimado,
no se suicida nunca.
Vanka Chukov escribió:
-No tengo padre ni madre,
-Los perros viven...
Pero todos están muertos
al final de este verso:
la destructora inocencia
el guarda nocturno
la mujer ahorcada
el portal de los sueños fríos
la nuez color manzanilla
la desolada sombra del bosque de abetos
el mudo letargo de los acordeones.
-Entregad esta misiva al enemigo
y un perro le mordió su mano diestra.
¿A quién le importa que este mensaje descanse
en el abismo de un surco
cavado con las manos?
Los papeles que envuelven la miseria
humillan por sus arrugas, sobre ellos
se escribe siempre de rodillas.
(Sobre Vanka, un cuento de Antón Chéjov.)
miércoles, septiembre 18, 2013
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