Espejo y transparencia

A Emilio Antero

Hay ojos que nacen nuevos al mundo tras cada parpadeo. Ojos que parecen recién nacidos siempre. Su mirada nunca descansa, como si una alta terraza se hubiera posado sobre sus pupilas y la vida fuese, segundo a segundo, la sorprendente panorámica de un abismo imposible de escrutar por completo. Ojos que son a la vez tormenta y calma, que nunca toman asiento, que unas veces interrogan y otras responden. Ojos para alimentar gargantas que el calor no seca nunca. Ojos que quieren y quieren ser queridos. Hay espejo y transparencia en ellos, te puedes ver y puedes ver, sin paréntesis, al mismo tiempo. Ojos fieles a la vida, ojos que son vida, la vida. Los ojos de Emilio, ojos amigos.