viernes, noviembre 20, 2009

Largueza del instante (Javier Pérez Walias)

Hace unos días me llegaron por correo algunos libros de poemas que, muy amablemente, me envía Javier Pérez Walias. Todos ellos en ediciones sencillas y muy cuidadas (¡qué placer ver libros tan bien hechos!) y todos muy interesantes. De la colección de poesía “Cuadernos del Boreal”, que él mismo dirige junto a José Manuel Fuentes, recibo los títulos a quemarropa, de Luis Alberto de Cuenca, Ella, de Concha García y Nada sabe la noche, de Jesús Hilario Tundidor. Larga vida a esta preciosa colección. Me envía también dos de sus libros, Cazador de lunas y Largueza del instante, libro con el que obtuvo el premio XVII Bienal de poesía “Provincia de León” (2008), publicado por la Diputación de León en su prestigiosa colección de poesía “Provincia”. He disfrutado mucho leyendo este libro que recomiendo vivamente. Como aperitivo dejo aquí el poema que lo abre.

JARDINES DEL INFIERNO

________________No soy presente sólo, sino fuga raudal de cabo a fin.
________________JUAN RAMÓN JIMÉNEZ


En el principio, alejados del murmullo del mundo,
apenas éramos la ausencia.

Un ventanal abierto hacia la nada,
un jardín celeste.

Un bosque de pájaros entre la cal líquida y nuestros ojos.

Y ante nuestros ojos todo el movimiento del agua,
todo el sonido
por los umbrales diminutos de las horas crueles,
desangrándose por los desfiladeros
y por los lagos
como un péndulo que no conoce el sosiego ni la noche.

El paisaje del mundo vierte aquí
para el que escucha
su instante
______ de silencio,
sobrevuela los árboles,
nos acerca con su mano la cicatriz tibia de la memoria
mientras el asedio de las horas crueles
se quiebra
y cae
del otro lado del horizonte.

Aquí, muy cerca se nos muestra ya el embarcadero,
próximos
_____ a la otra orilla.

Al instante,
reflejos, siluetas, troncos, lava que se desmadeja como un ovillo
por los íntimos arrecifes.

Hacia los profundos recovecos del infierno.

Como un río de mercurio preñado bajo la tierra,
como un espejo transparente
que lo refleja único
o como un glaciar de voces sobre el lado agrio de las sienes

—piel con piel—

y el vértigo a la osadía y la lluvia
columpiándose como tantas otras madrugadas
por escapar de los labios.

En medio del paisaje y del verbo y del asombro,
una inmensa
huida
que se nubla,
un verso en fuga o un libro entero acuchillado o una quilla
______solitaria.

Todos los movimientos de todos los planetas
y de toda una vida
se asoman por los agujeros celestes del lenguaje
como cualquier náufrago sobre ausente, como cualquier viento
o ráfaga o nube o arenisca
de intacta imperfección
o de belleza
_____efímera.


JAVIER PÉREZ WALIAS (Plasencia —Cáceres—, 1960). Es licenciado en Filología Hispánica —especialidad de Literatura— por la Universidad de Extremadura y profesor de Educación Secundaria. Desde el año 2005, dirige junto a José Manuel Fuentes la colección de poesía «Cuadernos del Boreal». Pérez Walias ha publicado los siguientes libros de poemas: Ceremonias del barro (Málaga, Ángel Caffarena, 1988), Impresiones y vértigos de invierno (Vélez-Málaga, Ayuntamiento, 1989) con el que obtuvo el XVII Premio de Poesía «Ciudad de Vélez-Málaga», A este lado oscuro del cauce (Málaga, Universidad, 1992), Cazador de lunas (Málaga, F. González, 1998), Versos para Olimpia (Málaga, Ediciones Imperdonables, 2003), Antología Poética (1988-2003) (Mérida, ERE, 2004), Los días imposibles (Tres figuraciones) (Madrid, Calambur, 2005) y Cazador de lunas (Málaga, Ayuntamiento de Málaga, 2007). De este poemario se hizo una tirada de bibliófilo, no venal, de 102 ejemplares, enfundados en estuche que reúne el libro y una carpeta exenta, con el título de Seis aguafuertes de Juan Carlos Mestre con ocasión de ‘Cazador de lunas’ de Javier Pérez Walias. Su último libro, Largueza del instante (León, Diputación de León, 2009), ha obtenido el premio XVII Bienal de Poesía “Provincia de León” y se ha publicado en la prestigiosa colección de poesía “Provincia”.

1 comentario:

Rafa dijo...

OT
Murió Viñals y ahora sus versos de treinta palabras son más trascendentes que nunca.

Un abrazo.