(La muchacha que amo le ha besado en la frente.)
(Huele a fruta triturada y al marfil de los medicamentos.)
(Hierven ya el café y la nieve.)
Son las siete de la mañana en el beso y en el café y en la fruta deshecha y sobre la mentira teñida de las píldoras.
Sobre la lengua se derrama lento el sabor sagrado de la sed.
A punto ya la noche de convertirse en memoria sólo el vapor de la nieve parece cierto a esta hora en la que todos los ecos de la casa se empañan.
(Huele a fruta triturada y al marfil de los medicamentos.)
(Hierven ya el café y la nieve.)
Son las siete de la mañana en el beso y en el café y en la fruta deshecha y sobre la mentira teñida de las píldoras.
Sobre la lengua se derrama lento el sabor sagrado de la sed.
A punto ya la noche de convertirse en memoria sólo el vapor de la nieve parece cierto a esta hora en la que todos los ecos de la casa se empañan.
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