Versos/Espectros

Hoy he abierto la libreta de pastas psicodélicas en busca de un poema que escribí este verano. Necesitaba saber si aún temblaba en mis manos o si nunca fue un poema –esto suele ser lo más frecuente-. Al asomarme a sus páginas he ido encontrándome con notas tomadas un día aquí y otro allá, versos, en su mayoría, escritos en la seguridad de que eran verdaderos puñales y que ahora, pasado el tiempo, no sé qué me impulsó a escribirlos, el arranque de qué decir querían ser, qué significado quise darles. Quizá haya una traición por mi parte a esas palabras, un voluntario desertar de alguna pulsión que asusta, pero prefiero pensar que son fantasmas que un día me tocaron para después desaparecer, espectros a los que de algún modo pertenezco. Aunque todo esto lo explica mejor, porque nada de lo que a uno le ocurre es excepcional, José María Parreño en este poema(1):

qué angustia me producen
esas anotaciones
que un día hice
y ahora no sé leer.
sé que son
estrellas que brillaron sobre mí
aquella hora,
voces de navíos que alcancé a distinguir,
súbitos consejos
que me di para sobrevivir.
estoy seguro
de que enhebradas
dibujan un perfil, la biografía
de alguien que es más feliz que yo.
esta noche al mirarlas me parecen
telegramas ilegibles y urgentes de un desconocido.

(1) PARREÑO, José María, Fe de erratas, Diputación de Málaga (Colección Puerta del Mar), Málaga, 1990.
También puedes encontrar este poema en la antología:
-Voces del Extremo (II). Poesía y conciencia, Fundación Juan Ramón Jiménez, Moguer, 2000.