domingo, mayo 12, 2013

Autorretrato


En los ascensores el cielo es un neón pobre que se oculta, el espejo es un ojo grande que mira desganado un paisaje repetido, las manchas azules, si las hay,  no son el mar y, además, está prohibido encender un cigarrillo. Salvo que tengas a alguien a quien besar, mirarse a los ojos parece ser la única forma de hacer ese viaje, del primero al quinto, entretenido.



No hay comentarios: