Hace unos días me llegó por correo, enviado por la Dirección Provincial de Educación de Badajoz, un cuadernillo que bajo el título Ángel Campos Pámpano, Una voz necesaria deja constancia del homenaje que le ha rendido la comunidad educativa extremeña a este profesor y poeta inolvidable que murió en noviembre del año pasado. Seguro que no será ese espacio público el último en el que se reconozca la obra, la persona y el trabajo del poeta; habrá más homenajes y serán merecidos, pero para los que sólo le conocimos –y seguimos conociendo- a través de sus poemas hay otro homenaje que perdura y se repite, el que nos brinda él a nosotros cada vez que abrimos uno de sus libros.
A donde vayas
te han de seguir mis ojos,
aun fatigados,
que en ti germina el vuelo
y el tiempo y la inocencia.
De El cielo casi, Ángel Campos Pámpano
A donde vayas
te han de seguir mis ojos,
aun fatigados,
que en ti germina el vuelo
y el tiempo y la inocencia.
De El cielo casi, Ángel Campos Pámpano
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